En nuestra rutina por cuidar nuestro cabello rizado, y conseguir sacarle el mejor partido, nos centramos ahora en el paso final de la definición del rizo perfecto. ¿Tienes tu cabello limpio e hidratado? Ya estás lista para definirlo. En este post te vamos a enseñar cómo rizar el pelo con espuma.
El lavado como punto de partida
Como hemos dicho, para empezar la definición del rizo es importante tener el cabello limpio. Este primer paso es crucial y si además en él utilizamos productos específicos para el rizos, como el champú orgánico para pelo rizado The Innergreen, no solo tendrás limpio el pelo si no que incentivas la posibilidad de que el cabello cree ondulaciones de forma natural. De esta forma facilitaremos la acción de la espuma y aumentará su efecto.
Como siempre decimos, la mascarilla juega un papel clave en cualquier tratamiento. En este caso, y más si se trata de un activador del rizo, como el de Lunel, mejor. El activador actúa como mascarilla aportando a la definición y dotando al cabello ese extra de suavidad e hidratación.
La toalla, protagonista
Una vez limpio, es necesario que el cabello esté totalmente libre de humedad. El cómo lo sequemos también jugará su papel en nuestro camino por conseguir el rizo perfecto.
Lo haremos de forma delicada y sin arrastrar con una toalla, ya que con el secador de forma directa corremos el peligro deshacer el rizo. Lo ideal es enrollarlo en la toalla y presionarlo con suavidad para eliminar la humedad. También nos podremos ayudar de un secador con difusor pero sin tocar la raíz y desde las puntas.
Lavado, secado… ¡espuma!
Hecho todo lo anterior, ya estamos listos para definir. Para ello aplicaremos espuma como producto fijador en esta ocasión. Aunque dependa del largo del cabello, es recomendable en función de ello dispensar una pequeña cantidad de producto para alcanzar el objetivo deseado.
La Espuma de Rizos de Lunel no es un fijador al uso, sino que además aporta cuerpo, flexibilidad y brillo al cabello. Además, gracias a su resistencia a la humedad prolonga la vida del peinado.
En el momento de la aplicación, extenderemos la espuma en la palma de la mano para luego distribuirla por todo el cuero con los dedos suavemente de medios a puntas. Para evitar engrasar el cuero cabelludo, recomendamos no colocar la espuma sobre las raíces o cerca de estas ya que podría causar un efecto no deseado. Este proceso lo podemos repetir las veces que consideremos hasta que sea suficiente. Para logar intensificar el efecto, podemos apretar con las manos de puntas a medios y ayudar a lograr rizos más marcados.
Una vez aplicado, peinamos. Lo más recomendable es utilizar las propias manos, si no utilizaremos un cepillo de púas anchas o largas, así desenredamos, evitamos el encrespamiento y favorecemos la creación del rizo.