¿Sabes cómo cuidar el pelo? Y lo más importante, ¿lo haces? Son muchas las personas que tienen una idea de cómo mantener el cabello sano y fuerte por mucho tiempo. Ahora, hacerlo es otra cosa. Ya sea por falta de tiempo, incluso de información, o simplemente por comodidad, hay veces que no damos la suficiente importancia al cuidado del pelo.
El cuidado del cabello y del cuero cabelludo tiene múltiples beneficios sobre la salud, además de proporcionarnos una estética y un aspecto mejorado. Mediante una simple rutina marcada por pequeños gestos podemos cuidar desde casa nuestro cabello.
Sin embargo, si queremos ir un paso más allá y tener una rutina más completa, precisaremos de productos profesionales o, incluso, consejo y orientación experta en nuestra peluquería de confianza.
Dicho esto, ¿cómo cuidar el pelo? Como hemos dicho antes, con unas simples pautas diarias como las que detallamos en este post, ya estamos mejorando la salud de nuestro cabello. Aunque siempre que queramos un tratamiento o una rutina más elaborada aconsejamos acudir o preguntar a un profesional.
1. Elegir un buen champú
Es posible que antes de este paso haya otros, pero desde Lunel queremos hacer hincapié en la importancia de elegir el champú más adecuado a las necesidades y, sobre todo, a nuestro tipo de cabello. La salud depende, en gran medida, de la calidad y del tipo de productos que utilicemos en la rutina diaria. Para ello, es necesario conocer la clase de cabello que tenemos y su estado.
En Lunel Cosmetics disponemos, al servicio de los profesionales y ahora también del particular, de un amplio catálogo en el que encontrar la solución y el tratamiento adecuado para tu rutina diaria. Para un uso más regular, la línea Basic, de distintas fragancias, ofrece un lavado con PH neutro. Sin embargo, si nuestro cabello necesita recuperar sus principales activos recomendamos el champú Regenerador de Revital Gloss.
Ya no sólo es importante el producto que utilicemos, sino la frecuencia con el que lo usamos en nuestro lavado. Recomendamos lavarlo cada dos días, excepto cuando hagamos deporte. Esto es importante, y siempre dependerá del tipo de cabello que se tenga. Por ejemplo, no es lo mismo tener el pelo seco que graso. Para el primero es recomendable espaciar los lavados durante la semana (de dos a tres veces).
Sin embargo, para el graso, además de aplicar un champú específico, es necesario aumentar la regularidad del lavado para no tener la sensación de tener el cabello sucio. Además, en este caso, no lavarlo favorece al aumento de grasa, obstaculiza los folículos pilosos y aumenta el riesgo de sufrir dolencias como la alopecia.
2. Antes de lavar, cepillar
Ahora sí. Empezamos con la rutina para cuidar el cabello. Como acción antes del lavado, hay que cepillarlo. Con esto conseguiremos desenredar el pelo para eliminar nudos que dificulten la penetración del producto en la raíz. Pero no solo vale con cepillarlo, si no también cuenta la forma en la que lo hacemos. Para realizar el cepillado en seco y con suavidad, es necesario comenzar por las puntas, siguiendo por los medios y acabando en la raíz.
3. La temperatura del agua, importante
Es conocido la importancia de hacer el último aclarado del cabello con agua fría. Además de ser cierto es bueno ya que la baja temperatura estimula la circulación sanguínea y cierra la cutícula, lo que se traduce en un cabello más sano y brillante. Sin embargo, también es importante la temperatura con la que haces todo el lavado. Esta se debería hacer con el agua tibia, puesto que la fría no disuelve la grasa y el agua caliente en exceso daña las propiedades del pelo.
4. Masajear, no frotar
Una vez aplicado el producto, existe la creencia en el lavado que cuanta más espuma generemos más eficaz será este. Frotar no tiene ningún resultado positivo, sino lo contrario. Frotar el cuero cabelludo activa las glándulas sebáceas y produce un efecto rebote. Lo que realmente limpia el cabello es el champú, y mediante un masaje con los dedos lo repartimos por todo el cuero cabelludo. La forma correcta de lavar nuestro cabello es aplicar el champú en la raíz y masajear con la punta de los dedos.
5. Un secador profesional
No existe mejor tratamiento que el de secar tu cabello al aire libre. Eso es una certeza, pero no siempre es posible tener el tiempo necesario. Por ello la mayoría de las veces recurrimos al secador. Este gesto es uno de los que más deshidratan al cabello, por lo que recomendamos utilizar un secador profesional, ya que debido a su potencia reduce el tiempo de secado y daña menos el cabello.
6. Para reforzar, mascarillas
Todos los pasos que hemos seguido son importantes, pero hay que reforzarlos. Podemos hacerlo mediante un acondicionador o mascarilla que nos proporcione una dosis extra de hidratación y nutrición al cabello. Es por eso que integrar estos productos en tu rutina de cuidado es clave y puede hacer una gran diferencia.
En Lunel tenemos varias mascarillas o bálsamos para el cuidado del cabello, como la Mascarilla Revital Gloss con un fuerte poder revitalizador gracias a sus componentes ricos en oliva, miel y proteínas vegetales; o los bálsamos para rubios, rizados o quebradizos de la línea vegetal The Innergreen, sin siliconas, ni parabenos.